Diana* es una mujer profesional atrapada en una relación violenta, que enfrenta sola préstamos bancarios y deudas familiares adquiridas no solo para cubrir gastos personales, sino también para sostener su hogar.
Un desempleo prolongado, apenas interrumpido por breves contratos de prestación de servicios, ha marcado su cotidianidad desde que intentó reingresar al mercado laboral, luego de varios años dedicados al trabajo doméstico y al cuidado de su hijo. Durante ese tiempo, no cotizó semanas al sistema pensional, perdió redes y vínculos profesionales, y quedó atrapada en una relación de dependencia económica.
Sin acceso a vivienda propia ni oportunidades de formación que le permitan salir de una relación que la asfixia, la historia de Diana revela algo que las cifras fiscales no miden: el impacto emocional, físico y simbólico de sostener un hogar endeudado en un país donde el sistema tributario no redistribuye ni reconoce las cargas del cuidado, y en el que un empleo digno aún parece una promesa lejana para muchas mujeres.
Dale play y conoce su historia ▶️

«La deuda se convierte en aquello que no te permite decir «no» cuando querés decir «no». Por ejemplo, tenemos una situación de violencia doméstica y te querés ir de tu casa y a la vez estás en deuda, entonces hay algo de la imposibilidad de autonomía económica que tiene que ver con estas gestiones de la deuda, que te fijan en ese lugar en condiciones de mucha vulnerabilidad, de mucha violencia«
-Verónica Gago
Escucha las demás entradas de nuestra especial «Endeudadas: la cara oculta del trabajo doméstico»
«No es solo la deuda, es tener que levantar a los hijos»
Aura es una mujer campesina de 61 años que no cuenta con una pensión. Tras separarse del padre de sus hijos, tuvo que empezar a construir de nuevo la estabilidad económica que perdió en medio de su relación.
«Estaba recién graduada y ya debía 63 millones de pesos»
Endeudarse para costear la educación es parte de la realidad de toda una generación. Por eso, hicimos de esta capítula un testimonio polifónico de distintas mujeres y disidencias para las que endeudarse y estudiar han sido procesos que van de la mano. ¿Quién decide a qué se destina el dinero recaudado en los impuestos? ¿no…


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