Memoria feminista para Luz Perly Córdoba: abriéndole campo al campo    

Crónica: Carmenza Zá  ●

Fotos: Julieth Alternativa

Revelado digital: Véala

Luz Perly Córdoba fue una campesina nacida en Arauca, departamento colombiano en frontera con Venezuela. Lideró procesos campesinos e interculturales por la defensa de la tierra y el territorio y, en los últimos años de su vida, se consolidó como referente de los y las cultivadoras de coca, marihuana y amapola, especialmente en lo que tuvo que ver con la construcción e implementación del Punto 4 del Acuerdo Final de Paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP (“Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”).

En 2020 murió en un accidente que ha suscitado todo tipo de desconfianzas y que deja en evidencia el entramado de conflictos, poderes y tensiones que persisten en las zonas rurales incluso después de la firma del Acuerdo de Paz. Esta crónica es un ejercicio de memoria feminista.

Se dice que la cordillera de los Andes nace en la patagonia chileno-argentina, atraviesa Sudamérica, trepa por la región y se divide en tres al llegar a Colombia. Si hiciéramos del sur global el norte de nuestra geografía, tendríamos que decir que entre Colombia y Venezuela nacen tres cordilleras tenues que se unen para dar lugar a los más de 7.500 kilómetros de cordillera de los Andes. Al oriente de Colombia, del costado opuesto a sus mares y en frontera con Venezuela, se ubica el departamento de Arauca, cuya capital lleva el mismo nombre, tierra que vio nacer y morir a Luz Perly Córdoba, lideresa social.

Una joven campesina araucana, que prefiere no revelar su identidad por cuestiones de seguridad, la describe como “una mujer que le gustaba mucho la conexión con la naturaleza, hablar de especies de árboles (…) de lo que era una huerta, un huerto, de una cabaña, de tener ciertos árboles florales, de naturaleza (…) de las necesidades que teníamos nosotras las mujeres en el campo”.

La reserva de identidad obedece a que el sólo acto de hablar de una lideresa puede volverse riesgoso en un país en el que los asesinatos a defensores de derechos humanos van en aumento. Desde el 1 de enero al 30 de junio de 2022, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos contó 108 alegaciones de homicidios de personas defensoras.

De origen indígena y campesino, Luz Perly nació en Arauquita, un municipio a poco más de 70 kilómetros de distancia de la Arauca capital. En 2020, en la vía de Arauquita a Fortul, otro municipio de Arauca, murió en un accidente automovilístico junto a dos escoltas que la acompañaban. Tenía 48 años. Los últimos 30 años de su vida los había dedicado a organizarse y organizar a otras personas.

Luz Perly Córdoba inició su camino organizativo en las juventudes comunistas de Colombia- JUCO. A sus quince años, el conflicto armado la obligó a dejar su tierra y a desplazarse a otro departamento de Huila, a casi mil kilómetros de allí. En ese lugar fue capturada por la Novena Brigada del Ejército Nacional de Colombia. En aquella detención ilegal que duró tres días, contaba con tres meses de embarazo, fue torturada y víctima de violencia sexual.

La geografía de Colombia es tan diversa como los conflictos que la atraviesan. El departamento de Arauca es piedemonte y cordillera pero se despliega sobre todo en una llanura extensa que parece infinita. La ganadería es una de las principales actividades económicas para quienes habitan la región. Una de las fotos que todavía se aloja en el Facebook de Luz Perly, y que fue reproducida una y otra vez luego de su muerte, es precisamente una en la que se le ve abrazando a un ternero.

Pero la relación con la ganadería no es la misma entre el campesinado y los gremios consolidados de la industria nacional. La ganadería extensiva ha sido señalada como una de las actividades económicas con mayor relación con el conflicto armado colombiano. Múltiples integrantes y directivos de la Federación Colombiana de Ganaderos- FEDEGAN, han sido condenados por sus vínculos con el paramilitarismo. En 2006, José Felix Lafaurie, presidente de FEDEGAN, admitió la financiación de grupos paramilitares por parte de los ganaderos colombianos.

Una semilla que voló al exilio

Luz Perly denunció reiteradas veces la relación de los grupos paramilitares con el Ejército Nacional de Colombia, especialmente en Arauca. Así fue que se organizó en el 2000, como un escudo ante las amenazas, la Asociación Campesina de Arauca- ACA: visibilizar las demandas del campesinado de manera articulada era una forma de protegerse.

“En el 2002 ganó las elecciones el nefasto Uribe y entonces empezó a militarizar todos los territorios”, cuenta una de las lideresas entrevistadas que también prefirió preservar su identidad.

Durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, la persecución contra Luz Perly empeoró. Su liderazgo regional en Arauca la hacía cada vez más incómoda y tuvo que desplazarse nuevamente, esta vez a Bogotá, en 2003. El 19 de febrero de ese mismo año, en la capital colombiana, fue capturada por el Departamento Administrativo de Seguridad- DAS, una entidad gubernamental que luego sería disuelta por ejecutar  “una operación ilegal de espionaje ordenada por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez”. Luz Perly hacía parte de Fensuagro, la federación de sindicatos agrarios y de ligas de pequeños campesinos más grande del país.

Algunos meses previos a su detención y debido a las amenazas contra su vida de parte de militares y paramilitares, Luz Perly había recibido medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Para esta época, ya era mamá de Wilmer y René, de ocho y once años de edad.

Una paradoja: mientras estaba detenida fue reconocida con el Premio Danés de Paz. Cuando lo recibió dijo: “físicamente encarcelada pero con la esperanza, la dignidad y los sueños más libres que nunca”. En 2005, estuvo también nominada al Premio Nobel como parte del proyecto “1.000 mujeres para el premio Nobel de Paz”

La acusaron por narcotráfico y rebelión. Como menciona Carmenza Gómez, lideresa campesina con la que Luz Perly caminaría varios años después, el delito de rebelión es usado para intimidar y perseguir judicialmente a líderes y lideresas en Colombia.

Un artículo publicado en Prensa Rural, proyecto de comunicación alternativa co fundado por la ACA, señala que fue la “barbarie de las fumigaciones”, una de las «razones construidas» por las que encarcelaron a Luz Perly. «Concierto para delinquir con fines de narcotráfico», así se llama en Colombia el delito de oponerse a que el imperio envenene a nuestros campesinos y nuestra naturaleza con glifosato” concluye el autor.

Así, desde casi veinte años antes de morir, la lideresa enarbolaba las banderas en contra de la fumigación forzada de cultivos declarados de uso ilícito, lucha que la haría conocida en escenarios nacionales y que sería determinante en la recta final de su vida. Un camino que, como la hoja de coca, haría falta masticar un largo rato antes de dejar ver sus efectos.

Después de 13 meses en la cárcel de mujeres “El Buen Pastor” se declaró la nulidad en su proceso y Luz Perly recuperó la libertad. Dos de las fuentes consultadas para esta crónica contaron que fue el hoy presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien habría gestionado la salida de Luz Perly hacia Suiza, país donde tuvo que exiliarse para salvaguardar su vida.

Un año después de su salida al exilio, consiguió que sus hijos Wilmer y René, que habían quedado al cuidado de su padre, llegaran también a territorio suizo. “Mi madre me los seguía pagando [los estudios] desde la cárcel, ella encontraba el dinero y me los seguía pagando (…) pero mi padre nunca se preocupó más allá, él no me educaba”, cuenta Wilmer. La tierra de los Alpes adoptó dos hijos de la llanura colombiana.

Desde el exilio, Luz Perly cursó estudios de Agronomía en la Alta Escuela de Ingenieros de Suiza Occidental. Este se sumó a sus estudios profesionales en derecho y administración pública.

En 2010, regresó a Colombia y lideró el proceso de constitución de Zonas de Reserva Campesina en Arauca, una figura territorial que, ante la ausencia de reforma agraria, busca garantizar el acceso de los y las campesinas a la titulación de la tierra. Es en la defensa de esta figura que conoció a Olga Quintero y Carmenza Gómez, ambas promotoras y defensoras de las Zonas de Reserva Campesina en Colombia.

La hoja verde de los Andes 

Desde el momento de su fundación, Luz Perly Córdoba lideró la Coordinadora Nacional de Cultivadores y Trabajadores de Coca, Amapola y Marihuana -COCCAM-, espacio conformado por campesinos, indígenas y afrodescendientes cultivadores de estas plantas en toda Colombia. En el departamento de Arauca, en el año 2017, la COCCAM nació con el objetivo de  “promover la implementación del punto 4 de La Habana (Solución al problema de las drogas ilícitas) y aportar a la construcción de la paz con justicia social en todo el territorio nacional”.

La Mesa de Diálogo que se desarrollaba en La Habana, Cuba, buscaba poner fin a seis décadas de conflicto armado entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias- Farc. El Acuerdo reconoció que “el cultivo, la producción y comercialización  de las  drogas  ilícitas también  han  atravesado, alimentado y financiado el conflicto interno” 

El punto 4 del Acuerdo pactado creó el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso ilícito- PNIS para ser implementado “en el marco y como parte de la Reforma Rural Integral -RRI desarrollada en el punto 1 del Acuerdo”. Este programa, dirigido a familias cultivadoras, no cultivadoras y recolectoras de hoja de coca, buscó reemplazar el ingreso económico derivado de esta economía con el fin de eliminar los cultivos de las regiones. El desarrollo del PNIS se convertiría en una de las puntas de lanza en la construcción de paz territorial y, desde luego, en el liderazgo de Luz Perly.

La posición de ella y de las organizaciones a las que representaba, incluyendo el movimiento político Marcha Patriótica y la Mesa de Interlocución y Acuerdo- MIA era “que tenía que darse una sustitución social, integral, gradual que generara realmente condiciones para las familias que dependen de los cultivos de coca, que no es solo el que siembra, que es el “patrón” o el que raspa, que es el recolector de hoja, que es el obrero, sino es el tendero, es el del almacén, el del restaurante, porque eso es una economía circular”. Así lo afirma Olga Quintero, lideresa campesina de la región del Catatumbo (otra subregión colombiana fronteriza con Venezuela) y quien se convertiría en una de las amigas más entrañables de Luz Perly.

El punto 1 del Acuerdo “Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral” y el punto 4 son inseparables, como afirma Quintero: “esos no pueden ir cada quien por su lado, esos son los siameses del Acuerdo de Paz, los llamo yo, o sea no pueden andar separados uno del otro” 

Pero la discusión sobre el tema de tierras y cultivos no sólo se daba en La Habana con la guerrilla. Luego de un histórico Paro Nacional Agrario en 2013, múltiples organizaciones indígenas, negras, afrocolombianas y campesinas (incluyendo la MIA) consiguieron conformar un espacio de interlocución y acuerdo con el gobierno colombiano: la Cumbre Nacional Agraria, Étnica y Popular, espacio de liderazgo que también vio crecer a Luz Perly y desde el que su voz se hizo cada vez más visible en el escenario nacional. Allí, su carácter fuerte no tardó en hacerse notar.

“Me acuerdo tanto que cogimos mala fama con Iragorry que era el ministro de Agricultura, decía que ella y yo éramos las fieritas, porque pues no nos quedamos calladas, peleamos con el gobierno lógicamente, sentamos posición y siempre decía: llegaron las dos fieras/…/ y pues prácticamente ella era la que voceriaba; nos distribuimos los temas, peleona hasta decir ya no más. Cuando se le metía algo en la cabeza, lo hacía porque lo hacía, o sea, era abnegada con ese tema”. Así la recuerda Olga Quintero quien, al momento de la elaboración de esta crónica, fungía como directora y representante legal del Centro de pensamiento y diálogo político- CEPDIPO, un think tank del partido político en el que se convirtió la guerrilla de las Farc luego de su reincorporación a la vida civil como resultado del Acuerdo de Paz.

Siembra conflicto y cosecharás la plaga

Como parte de las garantías de participación política para los y las guerrilleras firmantes del Acuerdo que cumplieron el proceso de dejación de armas, las Farc se constituyeron como un partido político que inicialmente mantuvo el antiguo nombre de la insurgencia. Integrantes de un sector particular del movimiento social se vincularon al partido como respaldo a la integración a la vida social y política de los y las excombatientes: Luz Perly Córdoba fue una de ellas.

Desde el interior del partido Farc, que posteriormente pasó a llamarse Comunes, Luz Perly continuó haciendo parte de la implementación del punto 4 del Acuerdo. Su experiencia liderando y promoviendo procesos de sustitución de cultivos de coca, marihuana y amapola en los departamentos de Arauca y Guaviare servían de referente para la implementación del PNIS en todo el país. Pero, no pasó mucho tiempo antes de que manifestara profundas críticas al proceso de implementación.

Para abril de 2019, el Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz, responsable de monitorear el proceso de implementación del Acuerdo, reportaba apenas un 2% de implementación completa en lo que correspondía al punto de Solución al problema de las drogas ilícitas y un 3% con respecto al punto Reforma Rural Integral. 

En diciembre de 2018, la COCCAM hizo público un informe en el que alertó que 47 de sus integrantes habían sido asesinados desde la fundación de la Coordinadora (2017), que todos los miembros de su instancia nacional estaban amenazados de manera individual y colectiva, y que 5 de los 12 integrantes de la comisión política nacional se encontraban en condición de desplazamiento forzado. La COCCAM, todavía bajo la coordinación de Luz Perly, denunciaba que en el 37% de los casos, el responsable era el Estado por acción y por omisión. Señalaban, además, la existencia de una correlación entre el asesinato de líderes de la COCCAM y los lugares donde avanzaba la implementación del PNIS con la firma de acuerdos de sustitución individuales y colectivos.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC, por sus siglas en inglés, precisó que a diciembre de 2020, en los catorce departamentos y cincuenta y seis municipios en los que se implementaba el PNIS, se habían erradicado de forma voluntaria y asistida 43.711 hectáreas de cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola. Las familias cultivadoras, no cultivadoras y recolectoras estaban cumpliendo lo pactado pero la prometida paz no llegaba aún a sus territorios.

“A la gente que estaba al frente de esa tarea le trajo muchos problemas, porque a la gente le dijeron que listo, que cortara la coca y que les iban a pagar dos salarios mínimos mensuales y que les iban a dar un proyecto productivo, y firmaron las actas y a mucha gente no le cumplieron”, afirma Carmenza Gómez.

Para Olga Quintero, dicho incumplimiento también agravaba la situación de seguridad de lideresas como ella, Luz Perly o Carmenza: “nosotros hablamos, hicimos charlas en los territorios diciendo que la sustitución del Punto Cuatro era la mejor alternativa hasta el momento y las comunidades confiaron en nosotros (…) y después pues el gobierno incumplir eso nos acarreó también muchas tensiones en el territorio (…) eso es una realidad y en eso tiene responsabilidad el gobierno (…)de muchos asesinatos en ese país de líderes y lideresas”.”

Es en este contexto de incumplimiento que la fragmentación al interior del  partido Farc y del movimiento social que le acompañaba se hacía cada vez más evidente. Luz Perly se distanciaba poco a poco de las posturas oficiales del partido Farc. 

“Perly fue bien crítica, o sea de que por qué el partido Farc aprobaba todo lo que decía el gobierno y por qué no se manifestaban, porque una cosa se firmó y otra cosa era la que se estaba haciendo”, aseguró una de las fuentes consultada para la elaboración de esta crónica. “A Perly la aislaron de todos los espacios porque Perly estaba en la Cumbre, Perly estaba en la COCCAM, Perly estaba en todos los espacios de dirección y de una vez la fueron aislando, la fueron sacando o sea sacando como que si tuvieran miedo de que Perly siguiera ahí”, agregó la misma persona. 

Sin embargo, Olga Quintero sostiene que el distanciamiento de Luz Perly con el partido Farc obedeció a otros motivos: “ella tenía aspiraciones políticas y creo que por ahí fue que se hubo esa fractura entre el Partido, Marcha Patriótica y ella porque pues ella aspiraba tener una parte de la dirección en el partido, no quedó, pues hasta donde yo entiendo ¿no?, no quedó.” 

En 2018, mismo año en el que fue postulada al Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, Luz Perly Córdoba radicó su carta de renuncia al partido Farc y regresó al trabajo territorial. 

“Más que esa carta evidenciara una diferencia ideológica a raíz de que firmamos un papel (…) se radicalizaron dos corrientes que estaban claramente, y además  nosotros lo sabíamos, qué bloques eran más cercanos con qué otros, qué hacían unos con qué otros, nosotros mismos lo sabíamos”, dice una de las fuentes consultadas que también integró el Partido Farc y que hacía parte del círculo de confianza de Luz Perly. Su nombre está bajo reserva por seguridad.

Su retorno a Arauca tuvo como objetivo el fortalecimiento de la Asociación Campesina que había fundado en el 2000 (incluyendo la creación de la Red de Mujeres Campesinas de Arauca) y el inicio de su campaña política para las elecciones regionales del 2019. Bajo el eslogan “Abriéndole campo al campo” Luz Perly aspiraba llegar a la Asamblea Departamental de Arauca.

Cuando “las montañas de Colombia” se partieron en dos

En agosto del 2019, se hizo público el rearme de un grupo de excombatientes de las Farc. Una nueva etapa del conflicto colombiano y de lucha contrainsurgente se abría con este pronunciamiento.

Liderados por Ivan Márquez y Jesús Santrich, ex milicianos de todos los niveles anunciaban su regreso a la insurgencia y la confrontación armada . Anunciaban “la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los Acuerdos de Paz de La Habana” y denunciaban que “tanto el Fondo de Tierras como la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, acompañada de proyectos alternativos y el mejoramiento de las condiciones de vida en el campo han quedado, por ahora, perdidas en el laberinto del olvido”.

Integrantes de los frentes 10, 28, 38, 45 y 56 dejaron atrás el proceso de reintegración a la vida civil y conformaron la disidencia del Frente 10 “Martín Villa” en el departamento de Arauca y el estado venezolano de Apure. A Luz Perly se le acusó de ser parte del sector civil que respaldó esta división, un señalamiento para nada inofensivo en un país que durante seis décadas construyó el discurso del enemigo interno para legitimar la erradicación de quien lo representara y que, luego de la firma del Acuerdo de Paz, encontró en sus desertores los herederos de esta narrativa.

“A mi madre la acusaron de ser la creadora, la fundadora del PCCC,del Partido Comunista 3, que es el que tiene alianza con las disidencias de las FARC, el [Frente] décimo”, dice Wilmer, hijo menor de Luz Perly radicado en Suiza. “Mi mamá dijo: ¿sabe qué? ¡cojan oficio! yo me voy para otro lugar porque pues yo no voy a perder mi tiempo, y después ella ya no está muy en el Acuerdo de Paz”, añade.

“Yo creo que la ruptura viene incluso antes del Proceso [de paz] o sea, hay un sector [de la guerrilla] que definitivamente no quiere renunciar a un negocio [el narcotráfico] yo creo que eso hay que reconocerlo, no quiere renunciar a un negocio, no quiere renunciar a unas formas y además tenía un contexto demasiado favorable que lo legitimaba (…) y ella [Luz Perly] lo tenía claro, y no estoy diciendo que ella estuviera a favor del negocio, pero era el único medio viable y hasta el día de hoy sé que ella lo tenía claro”, afirma la fuente anonimizada.

A nivel territorial, la ruptura de los procesos organizativos se profundizó en la misma proporción y velocidad. La Asociación Campesina de Arauca reflejó también las dos facciones que brotaban; Juan Torres Corredor, excuñado de Luz Perly y tío de Wilmer y René, fue candidato al legislativo colombiano por cuenta del partido Comunes en el año 2021.

Juan Torres encarnaba uno de los principales contradictores territoriales de Luz Perly y presuntamente habría estado involucrado en manejos irregulares de recursos económicos de la Asociación. Estos “líos de caja menor”, como los llama una de las fuentes consultadas, se sumaban a la multiplicidad de factores que definían, y definen, la relación de las insurgencias con los movimientos organizativos sociales en los distintos territorios.

“Siempre viva, como mala hierba”

En 2020, de acuerdo al informe “Última línea de defensa” de Global Witness, Colombia encabezó por segundo año consecutivo la lista de países más letales del mundo para las personas defensoras de la tierra y el medioambiente. El programa Somos Defensores reportó 199 líderes y lideresas sociales asesinados el mismo año y la Defensoría del Pueblo, entidad gubernamental, alertó que la cifra alcanzaría las 555 víctimas en el periodo 2016-2020.

No hace falta recopilar más datos para entender por qué la mañana en la que la noticia de la muerte de Luz Perly Córdoba y dos de sus escoltas llegó a los medios de comunicación, grupos de Whatsapp y redes sociales, pocas personas creyeron que se tratara de un accidente.

“En Colombia eso no es un secreto, a veces cuando quieren quitar a alguien o una piedrita del zapato porque no les conviene o porque les genera cierta molestia o porque no les va a funcionar como quieren, la quitan, y hoy en día pues a veces buscan formas de que no quede tanta evidencia, ha sido así, muchas veces ha pasado”, señala una campesina araucana al preguntarle su opinión sobre el siniestro vial.

“Dudé mucho en el momento de que hubiera sido un accidente, pero pues las imprudencias también existen desafortunadamente, el cansancio, el viajar de noche, en la velocidad, en fin… pues mire, se lleva a líderes y lideresas valiosas”, señaló Olga Quintero.

En 2021, la fundación Paz y Reconciliación-PARES, se refirió a la muerte Córdoba como fruto de “enrarecidas circunstancias que no han sido aclaradas por los órganos investigativos ni por el Gobierno nacional”.

Al preguntarle al hijo de Luz Perly por quienes podrían considerarse responsables, en caso de que el accidente hubiese sido provocado, su respuesta es tan amplia, claro, como la geografía y el conflicto colombiano: “están los Comunes, pueden estar los paramilitares, están ciertos partidos políticos que no le caen bien a mi madre, porque mi madre los hacía callar, o sea hay muchas personas, hasta los propios milicianos, la propia disidencia puede ser porque a algunos no les caía bien mi madre, la disidencia décima…”.

Una de las fuentes entrevistadas afirma que, en el momento de mayor tensión entre Luz Perly y los líderes del partido Farc, ahora Comunes, Córdoba le advirtió “cuídese, esta gente no es buena”. La recomendación se dio luego de que ambas se percataron de estar siendo víctimas de seguimientos por integrantes del partido.

Múltiples versiones y teorías se tejen en torno al accidente que acabó con la vida de Luz Perly y los dos escoltas que la acompañaban. Escoltas que no eran los que la Unidad Nacional de Protección-UNP había asignado como parte del esquema de seguridad de la lideresa. Las fuentes consultadas coinciden en un dato: alguien tomó el computador de Luz Perly y lo entregó a la policía, sin ningún tipo de información en la memoria, una semana después de lo ocurrido.

De acuerdo a lo narrado por Wilmer, existen dos investigaciones por la muerte de su madre. Una como parte de un proceso penal, interpuesto por la familia, en contra del que fuera el responsable de la Unidad de Protección en el departamento de Arauca. Dice: “a él lo acusamos de homicidio voluntario, ya que él recibió dos carros blindados en dos momentos diferentes para mi madre y en las dos ocasiones les hizo saber a los escoltas que si mi madre no les entregaba un millón de pesos en efectivo, pues que él no le iba a entregar el carro (…) que le habían enviado desde Bogotá. Entonces, el hecho de que mi madre tenga que cambiar de vehículo y todo lo que pasó, la UNP es responsable directa porque la persona estaba haciendo (…) negocios con los carros blindados”.

La segunda investigación, de corte más administrativo, la está liderando la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia. Este proceso buscaría esclarecer la responsabilidad del Estado Colombiano en la desprotección de la vida de Luz Perly, incluso después de las medidas cautelares otorgadas a la lideresa por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

“Ninguno me va a confirmar la verdad, ninguno me va a poder decir la verdad, entonces para mí, con tal de que los del Estado, que son los responsables del accidente de mí madre paguen por cierta culpabilidad dentro, es suficiente, porque a mí el dinero que el Estado me vaya a pagar por la muerte de mi madre nunca me va a regresar a mí madre, mi madre no es un dinero (…) yo realmente solo quiero que la parte administrativa de la UNP sean castigados por lo que hicieron, porque son responsables indirectamente de lo que hicieron”, dice Wilmer. Él repite lo que le dijeron muchos campesinos sobre su madre: “ellos dijeron que es un árbol, una semilla que se plantó y que van a salir sus raíces y sus ramas y ahí se van a ver los frutos que ella creó”.

Esta planta que abre trochas

Luego de la muerte de Luz Perly, el panorama regional y nacional no cambió demasiado. En la madrugada del 27 de mayo de 2021, más de 10 líderes y lideresas de Arauca y de la ACA fueron capturados por el Ejército Nacional de Colombia, señalados por la Fiscalía de pertenecer a “dos redes al servicio de las disidencias del frente décimo de las FARC”

El periódico El Espectador señaló que la acusación que dio paso a estas capturas “está construida principalmente sobre los testimonios de dos presuntos integrantes de esa estructura” en los que se asegura que, en enero del año 2020, se habría conformado el Partido Comunista Clandestino Colombiano- PC3 de Arauca, creado por el frente Décimo de las disidencias. En esta reunión que habría tenido lugar en Venezuela, de acuerdo a dichos testimonios, se nombró a Luz Perly Córdoba como secretaria política del PC3.

Colombia y Venezuela no solo han parido la cordillera de Los Andes, han sido al tiempo hermanas y co-criantes de un conflicto con dinámicas que no entienden el río Arauca como una frontera que las divide, sino como un puente que las conecta. Luz Perly, su familia y su legado, son tan colombianos como venezolanos. De no haber muerto en el sospechoso accidente automovilístico, es probable que la lideresa hubiese sido capturada en el mismo operativo.

“Arauca tenía esa particularidad como centro de frontera; hay mucha responsabilidad del otro lado [Venezuela] también. A mí me parece realmente, en el contexto y dadas las situaciones que se tomó la mejor decisión. Ella no podía hacer otra cosa y no porque tuviera miedo, no, además porque era una mujer de principios, si algo tenía Perly era principios (…) Ella era una convencida de la implementación del Punto Cuatro (…) ella estaba convencida de que ese punto, pegado a la Reforma Rural, claramente, iba a ser una fórmula, pero también tenía clarísimo que eso no iba a llegar… pero no había garantías y ella no tenía ningún tipo de garantías”, explica una de las fuentes consultadas.

“Yo siento también que Perly estaba muy sola, o sea, si bien ella estaba con este parche [las disidencias], este parche también se movía mucho con la caja menor y en proyección política Perly estaba muy sola, muy poco acompañada” agrega.

Ya en 2005, luego de obtener la libertad condicional, Luz Perly alertaba que las mujeres que permanecían en la cárcel “en la mayoría de los casos su delito fue vivir en zonas rurales donde se desarrolla la guerra en Colombia o darle un vaso de agua a un guerrillero que pasó por sus casas” dejando manifiesto que la relación entre el campesinado y los grupos insurgentes era (y es) de mucha más complejidad que la elección de un bando. Se trata de vínculos que atraviesan la cotidianidad, las redes familiares, la realidad económica e, incluso, las nociones de arraigo y pertenencia.

“Pues, aquí en Arauca, el que le diga que en un conflicto armado no ha habido intereses de por medio es una mentira, aquí tanto el gobierno tiene sus intereses, los grupos armados de una parte y de otra, después de la desmovilización,(…) volvieron otra vez conflictos por la zona fronteriza, por el poco dinero que pueden… porque desafortunadamente eso hacen, se lucran de los negocios de las zonas petroleras y eso es como un círculo vicioso y Perly era una mujer que en medio de eso siempre se debatía por buscar era el beneficio de las comunidades como tal, de hacer mostrar, de hacer visible (…) cuántas violaciones de derechos se hacían desde un tiempo y que eso seguía normal y ha seguido normal y nadie le ha puesto cuidado a Arauca”, señala una lideresa campesina araucana.

En la actualidad, Colombia sigue consolidándose como el país con mayor cantidad de cultivos de coca del mundo. El crecimiento exponencial de hectáreas cultivadas no solamente sigue demostrando que la llamada guerra contra las drogas ha sido un fracaso, sino que el Estado colombiano ha sido incapaz de brindar alternativas a las familias que dependen de esta actividad económica. Así lo señaló Luz Perly en una entrevista: “Es importante aclarar que los campesinos no somos ni delincuentes ni narcotraficantes por cultivar coca, marihuana o amapola, hemos sido obligados a mantener este tipo de cultivos, por la situación de exclusión en la que el Estado nos tiene” y así lo sostuvo hasta el último día de su vida.

“El movimiento social perdió una mujer campesina audaz y sagaz” señala una de sus amigas cercanas que todavía se refiere a ella en presente, como si la irregularidad de su muerte la mantuviera en el limbo “tiene muchos legados, a cada quien le dejó su pedacito, creo que tiene la capacidad de incidir en la vida de la gente, tenía eso “te marco con mi mirada, mi sonrisa, mi gran discurso, mi chiste o mi refrán, con todo eso” y por lo menos a mí me dejó mucha fuerza, creo que deja un legado de fuerza y de resistencia inigualable (…) no renunciar a la convicción de que es posible que algún día nos podamos poner de acuerdo”

La temprana muerte de Luz Perly mostró que su carácter no era solo el de la mal llamada maleza que se abre campo entre las grietas sino también el de afluente hídrico que riega campos y alimenta ríos. “Mi madre era como él cerebro no solo de la Asociación campesina de Arauca, que es la prueba actualmente, que mi mamá falleció y toda esa vaina se destruyó en un efecto dominó, pero también era lo mismo en la familia, ella era la persona que se preocupaba del estado de salud de la mamá y del papá (…) mi madre era así, era como él vinculo de que todo estuviera bien , mi madre falleció y es vaina se fue destruyendo poco a poco”, concluye Wilmer.

Para Olga Quintero, Luz Perly nació semilla y se hizo pájaro, “el legado que deja Perly es el tema de las mujeres aguerridas, de que por más que el hijueputa mundo se nos venga encima, hay que seguir adelante y que los sueños y las convicciones no sean abandonadas, ella luchó por la paz, ella luchó por que hubiera equidad en los territorios hasta su último momento (…) ella resurgió siempre de las cenizas, como un ave fénix, no quedar en las cenizas, en el recuerdo y en la melancolía, sino avanzar”.

Un nuevo amanecer sobre las tres cordilleras

El 7 de agosto de 2022, Gustavo Petro y Francia Márquez, quien fuera compañera de Luz Perly Córdoba en la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, asumieron la presidencia y vicepresidencia de Colombia.

La dupla, que representa el primer gobierno progresista del país, llegó al poder teniendo la implementación de los acuerdos de paz como bandera de campaña, acuerdos que se vieron boicoteados y desfinanciados por el gobierno de Iván Duque Márquez (2018-2022) candidato y copartidario de Álvaro Uribe Vélez.

El 8 de octubre de 2022, el flamante gobierno firmó un acuerdo con las directivas de la Federación Colombiana de Ganaderos en cabeza de su presidente, José Félix Lafaurie (quien se revelaría luego que también integraría la delegación de paz del Gobierno nacional en la mesa de diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional-ELN).

Este Acuerdo busca lograr la compra, por parte del Estado, de tres millones de hectáreas de tierras que irán al Fondo Nacional de Tierras creado por el Acuerdo de Paz para la Reforma Rural Integral. El mismo Fondo que en su comunicado de rearme, las disidencias de las Farc habían señalado de quedar “perdidas en el laberinto del olvido”.

La medida, aunque cuestionada por abrir la posibilidad de comprar tierras a quienes las adquirieron mediante el despojo, ha sido también reconocida como la forma más pragmática de avanzar hacia la redistribución de la tierra y la Reforma Agraria pendiente. En el informe “Radiografía de la Desigualdad” , Oxfam Colombia afirma que “el 1% de las fincas de mayor tamaño tienen en su poder el 81% de la tierra colombiana. El 19% de tierra restante se reparte entre el 99% de las fincas”.

Arauca, entre tanto, sigue ardiendo. Cuatro menores fueron secuestrados el 24 de noviembre por el ELN, señalándolos de ser colaboradores del Frente Décimo de las disidencias de las Farc. El 5 de diciembre, la Defensoría del Pueblo denunció que “desde enero la crisis humanitaria se agudizó en Arauca por cuenta de la confrontación armada entre el ELN y las facciones disidentes de las FARC. En este marco se han reportado 341 homicidios selectivos en lo que va del año, 12 de los cuales han sido líderes sociales y 3 líderes políticos”.

El pasado 24 de octubre, el Parlamento Colombiano avaló la Ley 181 o Ley de ‘Paz Total ‘que, entre otras cosas, busca generar las condiciones para establecer diálogos, negociaciones y acuerdos con los actores armados que permanecen en territorio colombiano, las disidencias de las Farc y el ELN entre ellos.

Las distintas fuentes consultadas coinciden en que Luz Perly vería con “buenos ojos” aunque con escepticismo los esfuerzos del nuevo gobierno por construir la “Paz Total”, un escepticismo alimentado por más de seis décadas de conflicto y de intentos frustrados o parciales por ponerle fin al mismo. La lideresa no solo nació en medio del conflicto colombiano, sino que su muerte aún sin descifrar, sigue abriendo heridas y grietas.

“Quizás el que le haya tocado todo el tema del conflicto armado, vivirlo, sentirlo, quedarse en el lugar y amarlo, yo creo que eso era lo que la hacía tener sentido de pertenencia por él, Perly tenía unos pilares muy buenos para Arauca y creo que había podido gestionar y enfocar mucho”, afirma una de las mujeres que recorrió calles y veredas a su lado.

Sin embargo, no es la ausencia de Luz Perly la que habla en las voces de quienes la conocieron, sino su historia; una vida de lucha, organización y resistencia que encarna la complejidad y simultaneidad de contradicciones que constituyen la guerra en Colombia y, en medio de ella, la disputa por la tierra y el territorio.

Honrar su memoria requiere entenderla en sus flujos y reflujos, situada en su época, alimentada por sus dolores y fortalecida por sus principios. “No romantizarla”, pidió una de sus amigas. Se trata de una lideresa que encarnó incomodidades y enemistades, que fue más allá del relato de los vencidos y los vencedores para decirle al país que, como a la hoja de coca, al conflicto hay que arrancarlo con la mano y en conjunto, de forma gradual y concertada, porque envenenándolo desde arriba y sin reparo, el resultado solo es la muerte, la cárcel y la repetición.


Creaciones nuestras de autorías vivas
Semillera: primer concurso de crónica sobre mujeres que defienden el derecho a la alimentación, el medioambiente y la tierra

Conoce las historias desde El Salvador, Ecuador, Colombia, Bolivia y Argentina.


También te puede interesar:

0 Comments

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s